26 ene 2012

ACERCA DEL PECADO (Cuarta parte)

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La Santificación afecta al ser
La santificación instaurada por la fe en Cristo consiste primariamente en una elevación ontológica: los cristianos somos realmente ¨hombres nuevos¨, ¨nuevas criaturas¨. Por lo tanto, ¨el que está unido a Cristo es nueva persona. Las cosas vieja pasaron; lo que ahora hay, es nuevo¨ (2 Corintios 5.17). ¨Somos nacidos de Dios¨, ¨nacidos de lo alto¨, ¨nacidos del Espíritu¨. Juan 1.13 dice ¨y son hijos de Dios, no por la naturaleza ni los deseos humanos, sino porque Dios los ha engendrado¨. Esto también lo observamos de la lectura de Juan 3.3-8.
Así que no es verdad que el cristiano está mas cerca de Hitler que de Jesucristo. Si realmente es un cristiano nacido de nuevo. Ciertamente que hay muchos llamados cristianos que lo están porque no han nacido de nuevo solo son nominales.
Es el nacimiento lo que da la naturaleza. Y nosotros, que nacimos una vez de otros humanos, de ellos recibimos la naturaleza humana; después en Cristo, por el Espíritu, nacimos una segunda vez del Padre divino, y de él recibimos una participación en la naturaleza divina. 2 Pedro 1.4 nos dice: ¨Por medio de estas cosas nos ha dado sus promesas, que son muy grandes y de mucho valor, para que por ellas lleguen ustedes a tener parte en la naturaleza de Dios y escapen de la corrupción que los malos deseos han traído al mundo ¨. Chequee usted, que el ser portadores de la naturaleza de Dios nos libra de los malos deseos, mis deseos no son ahora los mismos que antes de ser cristiano. Mi inclinación no es la misma, ahora tengo en mí interior una inclinación a hacer lo bueno y a luchar con las malas inclinaciones que brotan desde dentro de mi corazón.
La santificación obrada por la gracia de Cristo no produce en el ser humano un cambio accidental, algo que afecte solo el obrar, sino es ante todo una transformación ontológica, que afecta al mismo ser del ser humano, a su naturaleza.
1 Corintios 15.45, 47-48 nos dice: ¨El primer Adán fue hecho alma viviente; el último Adán (Cristo), Espíritu vivificante. El primer hombre fue de la tierra, terreno; el segundo hombre fue del cielo. Cual es el terreno, tales son los terrenos; cual es el celestial, tales son los celestiales.¨
Los padres antiguos de la Iglesia conocían y enseñaban esa realidad. Juan Crisóstomo, dijo: ¨Cristo nació según la carne para que tú nacieras en espíritu; él nació de mujer para que tú dejases de ser hijo de mujer y vinieras a ser hijo de Dios.¨ Agustín de Hipona: ¨Dios manda esto, que no seamos hombres. A no ser hombre te llamó el que se hizo hombre por ti.¨ Ignacio de Antioquia, refiriéndose a la perfecta unión con Cristo, dice: ¨ llegado allí, seré de verdad hombre ¨.
Deificación
Jesucristo santifica al ser humano deificándole verdaderamente por la comunión del Espíritu Santo y de su gracia. Juan 3.6 dice que ¨lo que nace del Espíritu es espíritu.¨ Solo Dios es Dios por naturaleza. Pero como dice el místico cristiano Juan de la cruz: ¨lo que pretende Dios es hacernos dioses por participación, siéndolo él por naturaleza, como el fuego convierte todas las cosas en fuego ¨.

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